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¿Podría X quebrar bajo el mando de Elon Musk?

En abril, me senté con Musk para la primera de sus muchas entrevistas caóticas sobre su adquisición de X.

Dijo algo que, en retrospectiva, fue bastante revelador, pero que en ese momento no entendí.

Hablando de publicidad, dijo: "Si Disney se siente cómodo anunciando películas infantiles [en Twitter], y Apple se siente cómoda anunciando iPhones, esos son buenos indicadores de que Twitter es un buen lugar para hacer publicidad".

Siete meses después, Disney y Apple ya no hacen publicidad en X, y Musk le está diciendo a las empresas que se han ido: "Váyanse [censurados]".

Las empresas suspendieron sus anuncios después de que una investigación de la organización estadounidense Media Matters for America detectara anuncios que aparecían junto a publicaciones pronazis. X cuestionó enérgicamente el informe, cuestionando sus métodos de investigación, y presentó una demanda contra la organización.

En una apasionada entrevista el miércoles , Musk también usó la palabra "b": bancarrota, en una señal de cuánto está dañando el boicot publicitario los resultados de la compañía.

Para una empresa que compró por 44.000 millones de dólares (35.000 millones de libras) el año pasado, la quiebra podría parecer impensable. Pero es posible.

Para entender por qué, hay que analizar en qué medida X depende de los ingresos por publicidad y por qué los anunciantes no vuelven.

Aunque no disponemos de las cifras más recientes, el año pasado alrededor del 90% de los ingresos de X provinieron de publicidad. Es el corazón del negocio.

El miércoles Musk hizo más que insinuarlo.

«Si la empresa fracasa… fracasará por el boicot publicitario. Y eso será lo que la lleve a la quiebra», dijo.